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Offboarding con impacto 

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Armstrong

17 de junio de 2025

¿Te sirvió?

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Cuando alguien entra a una organización, se activa todo un proceso: bienvenida, formación, integración, cultura. Pero cuando esa misma persona decide irse, muchas veces lo único que recibe es un correo con un link a Recursos Humanos y una despedida apurada. 

Sin embargo, el final también comunica. Y no cualquier mensaje: comunica lo que realmente somos, más allá del discurso. 

El employee offboarding es una de las experiencias más subestimadas del ciclo de vida laboral. Y también una de las más decisivas para tu reputación como marca empleadora

¿Por qué importa el último día? 

La experiencia de salida deja una huella emocional profunda. Quien se va se convierte en un embajador de marca… o en una fuente de desgaste reputacional. La diferencia no está en el motivo de la salida, está en cómo se gestiona. 

Un proceso de employee offboarding bien diseñado transmite respeto, madurez organizacional y coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Deja puertas abiertas. Y, sobre todo, potencia el boca a boca que hoy impacta directamente en el atractivo de una empresa ante el talento. 

Más allá del adiós: lo que queda en la mente 

Para quienes dejan una organización, el recuerdo final suele pesar más que los años de experiencia. Si esa despedida fue fría, confusa o desordenada, lo que queda es malestar. Si, en cambio, el cierre fue humano, ordenado y claro, el mensaje es distinto: aquí, incluso cuando te vas, se te respeta. 

El employee offboarding es branding en acción. Es cultura expresada en lo concreto. 

¿Qué implica un buen proceso de employee offboarding? 

Un offboarding efectivo no es solo un checklist administrativo. Tampoco es una conversación final. Es un proceso. Y como tal, puede (y debe) tener estructura, empatía y sentido de oportunidad. 

Aquí te comparto cinco prácticas esenciales: 

1. Comunicar con claridad, hasta el final  

Una vez tomada la decisión, sea voluntaria o no, la persona que se va necesita saber qué pasará. Qué pasos sigue, cómo serán las fechas, quién será su contacto. La incertidumbre en esta etapa solo genera ansiedad. Un flujo claro de comunicación mejora la percepción de cuidado y evita fricciones. 

2. Escuchar activamente 

Una entrevista de salida no debería ser una obligación formal, sino una oportunidad para aprender. Escuchar con apertura y sin defensas, te revelará perspectivas valiosas. Lo que se diga allí es información viva sobre cómo se vivió la experiencia organizacional. 

3. Reconocer lo aportado 

Agradecer no es una formalidad. Es una forma concreta de reconocer el camino recorrido. Un mensaje personalizado, una despedida respetuosa, una muestra de aprecio. Pequeños gestos que generan grandes impactos emocionales. 

4. Cuidar lo técnico 

El acceso a herramientas, la devolución de equipos, la gestión de beneficios. Todo lo administrativo debe resolverse con orden. Un employee offboarding desprolijo genera molestias innecesarias, incluso si el resto del proceso fue positivo. 

5. Mantener el vínculo 

El offboarding no tiene que ser un cierre total. Muchas organizaciones mantienen redes de excolaboradores, con boletines, invitaciones o propuestas de recontratación. La marca empleadora se extiende más allá de la oficina. Las personas que se van pueden volver. O recomendarte. 

Cómo afecta esto tu marca empleadora 

Las personas confían más en otras personas que en discursos institucionales. Si alguien habla bien de una empresa después de salir, ese testimonio tiene peso. Dice más que una campaña de atracción. 

El employee offboarding mal gestionado genera comentarios negativos en redes, en portales de empleo, o en charlas informales. Y eso también forma opinión. 

En cambio, un cierre bien llevado deja una puerta abierta. La experiencia sigue viva, incluso después de la firma final. 

Hacer del final un nuevo inicio 

Cada salida es una oportunidad de dejar una buena impresión. De mostrar que hay valores que se aplican en los momentos incómodos, no solo en los eventos internos. 

Implementar un proceso de employee offboarding no es costoso. No requiere grandes plataformas ni presupuestos extra. Requiere intención. Y coherencia. 

Al final del día, las personas no recuerdan cada política. Recuerdan cómo las hicieron sentir. Y si se van sintiendo respeto, dignidad y agradecimiento, lo compartirán. 

Una nueva mirada para Recursos Humanos 

Durante años, el foco de las áreas de talento estuvo en la atracción y la retención. Pero hoy, el ciclo completo importa. El final es parte del viaje. Y merece atención. 

El employee offboarding se convierte en uno de los diferenciales más poderosos para una marca empleadora. No porque sea perfecto, sino porque es humano. 

Quienes se van, siguen hablando. Y lo que digan, también te representa. 

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