Cada vez es más frecuente que al momento de solicitar trabajo las personas recurren a alterar su perfil para tener una ventaja mayor entre los demás participantes al puesto.
De acuerdo con una encuesta, un 48% de las personas reconocen haber mentido en su currículum vitae y un 22% en el manejo de idiomas. Otro 16% mencionan lugares donde nunca han trabajado y el 7% ha mentido en cuestión de cursos tomados
De ahí la importancia de que Recursos Humanos comience a integrar en sus procesos de evaluación pruebas de honestidad. Al evaluar la honestidad las organizaciones podrán erradicar malas prácticas y mejorar el nivel de eficacia, compromiso y productividad en los equipos de trabajo.
Además, la honestidad es un valor principal que da pie a otros como la confianza, la lealtad o el compromiso.
Evaluar dicho valor te permite conocer si el futuro colaborador o ya colaborador tiene tendencias hacia la corrupción o si sus valores éticos son fuertes al grado de resistir sobornos. Si son propensos a mentir para deslindarse de sus probabilidades o más grave aún, si fueran capaces de aprovechar los recursos de la empresa acosta de su beneficio propio.