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Cosas que NO hay que hacer al capacitar a tu equipo

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1 de julio de 2019

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En ocasiones, al capacitar o incluso al ejecutar cualquier estrategia en la organización, podemos caer en el “hacer sin pensar”. Nos enfocamos en la realización de las cosas y podemos llegar a dejar de lado los pasos clave a seguir para lograr los resultados esperados.

Te recomendamos estudiar los siguientes puntos, para no caer en ellos, ya que se convierten en factores que pueden echar a perder la capacitación de los colaboradores. Además de no llevarnos hacia los objetivos trazados de la capacitación, y por lo tanto también ¡de la inversión!

No conocer a tu equipo

Parece muy obvio, pero no lo es. A veces creemos que conocemos a nuestro equipo por saber sus nombres y qué rol cumplen dentro de la empresa. Sin embargo, para que puedas ayudar a que la empresa crezca debes ayudar a crecer a cada persona, para ello debes saber sobre sus aspiraciones, qué buscan aprender, qué necesitan desarrollar.

Siéntate con ellos a conversar y conocerlos. Si son muchos y no puedes reunirte con cada uno, arma grupos y prepara dinámicas que te permitan saber sus objetivos profesionales.

No investigar antes de comenzar una capacitación

A través de la investigación podemos formarnos una idea sobre los conocimientos y herramientas que alguien requiere para desempeñar adecuadamente las funciones de su puesto. Además, investigar los tres puntos más importantes: la empresa, quién imparte y quién recibe nos permiten hacer presupuestos, logísticas y trazar objetivos.

No investigar por ahorrarse tiempo o esfuerzo detonará en capacitaciones que generarán confusión y en especial, harán a la empresa perder dinero casi definitivamente.

No establecer objetivos

Este punto, se debe ligar siempre con el anterior. Sin investigación no hay objetivos, y sin objetivos tampoco hay una buena capacitación.

Los objetivos nos ayudan a especificar a dónde queremos llegar con el programa de capacitación; las estrategias deben contemplar las opciones de capacitación, los costos, tiempo de ejecución y cómo medir resultados.

Sin objetivos trazados, las estrategias son deficientes, y peor aún, no hay índices para medir los resultados, lo cual nos lleva al siguiente punto.

No tomar en cuenta los resultados

Dar seguimiento a los programas de capacitación es básico. Es algo que se debe integrar no solo al final, sino también antes y durante el proceso. Capacitar sin medir es de nuevo, un gasto y no una inversión.

El no tener claros los objetivos y por ende los KPI’s a medir como resultados, es algo que puede tirar a la basura cualquier esfuerzo de capacitación en el mediano y largo plazo.

Verlo como un gasto inútil

Queda claro que la capacitación bien ejecutada, no es un gasto inútil, sino una inversión que te permite trabajar con tus colaboradores de una mejor manera, prepararlos mejor para ocupar sus puestos de trabajo, otorgarles un valor adicional a sus prestaciones al capacitarlos dentro de la empresa, y más.

Todos estos factores, bien dirigidos, incrementan la productividad y el rendimiento de los equipos de trabajo, que a partir de las capacitaciones pueden mejorar su manera de trabajar, integrarse mejor a la empresa y entender los objetivos de la misma desde otros ángulos.

No invertir en capacitación o no querer “gastar” en ello, a veces es más contraproducente de lo que se cree.

No predicar con el ejemplo

Da el ejemplo. Los líderes no sólo hablan, actúan. Debes demostrar con el ejemplo, tomando las capacitaciones junto con los colaboradores, aplicar lo aprendido, llegar temprano, tomar seriamente los conocimientos que se otorgan y darle seguimiento a todos los talleres y cursos tomados.

Estos son algunos puntos a considerar cuando se está organizando algún taller, curso o capacitación. Seguirlos te permitirá que la inversión sea útil y la experiencia de lo colaboradores sea la correcta para incrementar sus capacidades y conocimientos mirando hacia un bien común.

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